A través de un Convenio entre el Departamento General de Irrigación (DGI) y Emesa, se incluirán sistemas fotovoltaicos en las Subdelegaciones del sur provincial de la DGI. Esto se desarrolla en el marco de un plan de incorporación de energía renovable y eficiencia energética en sus edificios.

La propuesta de Emesa se funda en la incorporación de sistemas de generación distribuida conectados a la red, que permitan no sólo autoabastecer parte de la demanda energética de las distintas Subdelegaciones (con posibilidad de inyección de energía excedente a la red), sino también contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y familiarizar a la población con el uso y aplicación de tecnologías de generación de energía, en vistas a un consumo sustentable.

Por otra parte, el convenio involucra gestiones técnicas y administrativas por parte de Emesa para la provisión, instalación, supervisión y habilitación de sistemas de generación de energía eléctrica de base solar.

En este sentido, Emesa aporta su valor como facilitador para la realización de proyectos de generación distribuida en base a la experiencia adquirida a lo largo del tiempo, en el trabajo conjunto con los distintos actores del sistema eléctrico provincial y nacional, en la confianza de los distintos organismos que asignan recursos para un cambio de paradigma en su consumo eléctrico y en búsqueda constante de dinamización del mercado local.

En principio, y sujeto a distintas evaluaciones y pre factibilidades técnico económicas, las primeras instalaciones que incorporará el DGI, se llevarán a cabo en los edificios de la Subdelegación Aguas del Río Atuel (General Alvear), en la Subdelegación Aguas del Río Diamante (San Rafael) y en la Jefatura de Zona de Riego de los Ríos Malargüe, Grande, Barrancas y Colorado (Malargüe). Las mismas se diseñarán y calcularán en base a la demanda energética de cada sitio y la superficie disponible (entre otras variables), buscando optimizar cada caso en particular.

Esta iniciativa por parte de Irrigación, permitirá no sólo fomentar el autoconsumo y la organización de sus actividades diarias apuntando hacia la eficiencia energética, sino también concientizar a la comunidad sobre las ventajas y seguridad que traen aparejadas estas tecnologías y la necesidad de continuar apostando al consumo consciente (tanto de agua como de energía) como un compromiso para el bienestar general.